Cuestiones, caprichos del destino. La vida da muchas vueltas, ofrece, quita, pero sobretodo presenta circunstancias que en muchas ocasiones supera la realidad.
La pluralidad y dimensiones del fútbol hacen que puedan presentarse situaciones en las que jugadores nacidos en un país vistan la camiseta de otra selección, y lo que es más llamativo, que triunfen con ellos.
Benzema abre el debate sobre los nacionalizados, tras sus controvertidas declaraciones:
"Para mí es un sueño jugar para la selección de Francia", "Zidane, por ejemplo, no cantaba obligatoriamente 'La Marsellesa'. Y hay otros. No veo dónde está el problema. Incluso hay aficionados que no la cantan".Y cuando parecía que el zafarrancho no podía empeorar, llego su amigo y compatriota, jugador del Bayern de Munich, convertido al islam, Franck Ribéry, y declara: